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No tengo ganas de sexo, ¿por qué me pasa esto? La falta de deseo sexual femenino

En esta sociedad hay una tendencia a hacer bromas acerca de la falta de deseo sexual en la mujer y son muchas las pacientes que acuden a terapia porque no tienen lívido. Muchas de ellas se sienten avergonzadas por no “cumplir” pero muchas veces se olvidan de que el sexo también es un beneficio para ellas mismas.

Hoy escribo este artículo para que muchas de vosotras si sentís que no tenéis apetito sexual, podáis comprenderos mejor. Evidentemente el siguiente paso es pedir ayuda profesional para resolverlo.

falta deseo

¿Cuáles son las principales causas del deseo sexual inhibido?

– Sobrecarga de estrés: Muchas veces las mujeres tenemos mil cosas en las que pensar; llevar al día el trabajo y hacerlo con calidad, llevar las tareas domésticas, si se tienen hijos cuidar de ellos, sacar tiempo para las aficiones y cuidarse una misma, dedicar tiempo a los amigos y familia y cómo no, tener un espacio a la pareja. Todo ello es una gran fuente de estrés y frustración, ya que no se puede abarcar tantas cosas a la vez. El resultado es la ansiedad que lleva a estar de mal humor y tener pocas ganas de hacer cosas. Como consecuencia, el sexo suele verse afectado debido al agotamiento físico y mental que supone el día a día.

– Problemas psicológicos: A veces la falta de deseo se relaciona con problemas psicológicos como la apatía o el bajo estado de ánimo, la pérdida de un ser querido, trastornos de la imagen corporal, baja autoestima u otros trastornos. Cuando uno no se siente bien consigo mismo, su mente vuela a preocupaciones y rumiaciones, por lo que es habitual la pérdida de deseo sexual, ya que pasa a un segundo plano en la vida de la persona.

–   Problemas en la pareja: Otra causa habitual en la falta de deseo sexual femenino es como consecuencia de los problemas en la relación de pareja. Cuando la relación va mal, hay muchas discusiones o simplemente la relación de pareja es aburrida, estar con la otra persona se convierte en una obligación o en costumbre. Todo ello conlleva a estar apático y por tanto, la falta de apetito sexual es habitual.

– Diferencias de ritmos sexuales:  A veces la relación de pareja va bien pero tu pareja tiene más apetito sexual que tú. Entonces te sientes presionada para tener encuentros o se reprocha tu falta de iniciativa. Esas discusiones en torno al sexo hace que el encuentro con la pareja sea una experiencia negativa y por tanto, eso incentiva más la falta de deseo en la mujer.

– Falta de placer en las relaciones sexuales: Aunque cada vez está cambiando más este aspecto, aún sigue siendo un asunto pendiente la falta de placer en la mujer, no porque no pueda conseguirlo, sino porque en muchas ocasiones en los encuentros sexuales o bien la mujer se dedica a dar placer al otro y no darse derecho a una misma o hay falta de comunicación en lo que ella necesita.

– Abusos sexuales o experiencias traumáticas: No hay que olvidarse que si se relaciona el sexo con una experiencia negativa, evidentemente el apetito sexual se reduce o elimina por completo. Casos de abusos sexuales o violaciones son ejemplos evidentes.  Aquí también podemos añadir experiencias dolorosas en el sexo aunque no hayan sido traumáticas pero simplemente hacen que el sexo se convierta en algo desagradable o incómodo.

Si alguna de vosotras se siente identificada con alguna de las causas, es hora de intentar ponerle solución. Pide ayuda e intenta resolver este problema.

 

Encarni Muñoz Silva

Psicóloga sanitaria 16918