Muchos padres me preguntáis cómo afrontar la primera visita, cómo y qué les tenéis que decir a vuestros hijos, como debe enfocarse de cara al niño …
Es imprescindible que habléis con claridad y con mucha sinceridad. Explicadle cuáles son los motivos que os han llevado a consultar, qué es lo que tanto os preocupa y, seguidamente, explicadle que hay alguien dispuesto a ayudarle, alguien que se ha formado para poder ayudar en casos como el vuestro (que no sólo os pasa a vosotros, que hay más casos similares …).
Explicadle que no somos médicos, que no vamos con bata (al menos en mi caso), que no pasamos exámenes físicos, ni ponemos inyecciones (parece una tontería, pero hay niños que cuando me ven se sorprenden que no lleve el estetoscopio colgando). Decidle que pasaremos un rato hablando, jugando, conociéndonos…
Los niños necesitan información, necesitan saber dónde irán, con quien estarán, qué pasará … La información les ayuda a estar tranquilos, a saber a que se enfrentan, poder predecir cómo será …
Una de las cosas que más tranquiliza y ayuda -tanto a niños como adolescentes- es la confidencialidad. El hecho de saber que aquella persona a la que irás a explicar tus problemas no pueda decir nada de tu vida (incluido los padres) sin su consentimiento, los tranquiliza. Los detalles de la confidencialidad ya se los explico yo el primer día «Todo es un secreto a no ser que alguien te esté haciendo daño o estés haciendo daño a alguien, si corre peligro tu vida tendré que explicarlo…». Os puedo asegurar que todos, tengan la edad que tengan, lo entienden perfectamente y les satisface saber que ellos tienen parte del «control» de las sesiones.
Dar a tu hijo este tipo de información antes de su primera visita puede ayudar a tranquilizarlo.
Es importante también que les quede claro que no tienen un problema en el que sólo ellos tengan que buscar soluciones, sino que se trabajará con ellos y la familia (incluso la escuela si fuera necesario).
Y padres / madres; hay muchas familias que sólo necesitan apoyo y orientación, tanto los niños como sus padres. Es importante que sepáis que no sólo es necesaria la ayuda psicológica cuando existe algún trastorno grave o algún problema de salud mental. Cada vez son más las personas que acuden a consulta pidiendo ayuda para solucionar inconvenientes cotidianos del día a día. Los problemas por los que más nos consultan son problemas de conducta, dificultades a la hora de poner normas en el domicilio, dificultades de atención en la escuela …
La mayoría de estos niños no presentan ningún trastorno. Con asesoramiento a los padres y terapia con ellos se solventan muchas de estas dificultades. No tengan miedo a consultar sus preocupaciones y a poneros en manos de un profesional de la salud mental siempre que lo crean necesario.
Montse Grau
Psicóloga infanto-juvenil de PSIGMA Manresa
Col. 18093